jueves, 5 de mayo de 2011

Crónica de Ciutadilla 2011


Castillo de Ciutadilla
 
Tiempo ha que nuestros hombres estaban preparados: las travesías, el mar, los mercados, los asaltos… un conjunto de inclemencias que sin duda los había curtido. Henos aquí, tras ardua batalla contra los “madjus” y junto a nuestras mujeres de camino victorioso hacia Ciutadilla. Y es que el pago valía la pena y nuestras huestes no lo dudaron ni por un instante. Algunos compatriotas del Norte se nos unieron por el camino y eso fue clave para el regreso sano y salvo de nuestros hombres. Fue todo un honor luchar junto al sabio Skoll Kindred y los dos mercenarios a sueldo que, por su fuerza, destreza y envergadura, sirvieron enormemente a nuestro propósito… una lástima que el Clan Herleiddu tuviera asuntos importantes que resolver que los apartara de apoyarnos en la batalla, nos hubiera venido bien su apoyo.
El resto… adoradores del carpintero, sin ellos la victoria hubiera sido igualmente nuestra! Muahahahahahaha!!!!!! Bien es sabida la fortaleza y resistencia de los hombres del norte!




Junto a ejércitos catalanes y aragoneses, al mando de Guispert de Guimerà, una tarde de viernes formábamos procesión hacia la iglesia llevando con nos una reliquia de su dios, que bien podría ser vendida en mercados a un precio realmente alto visto la devoción que inspiraban sobre tal…
Los estandartes de los ejércitos “romanos” se dejaron dentro de la iglesia… por no sé que culto de santificación que realizan estos adoradores de la cruz. Ofrendas y bendiciones se realizaron en honor a un tal Miguel y un tal Longinus que no logro entender. Pero allá ellos, nuestros pendones nos siguieron a nuestro campamento estuvieran ofendidos o no. Nosotros tenemos a nuestros dioses, ellos que adoren al muerto sobre la madera!

Skoll Kindred


Acto seguido acampamos, no con poca dificultad, frente al castillo de Ciutadilla. Los sarracenos nos lo habían puesto difícil pero parecía que los dioses no estuvieran del todo contentos. Resoplaba el viento con tal magnitud que difícil fue montar campamento… ayuda nos prestaron los compañeros y con ayuda pagamos. Suerte de tener a los “Leales” acampados a nuestro lado!!!





En general estos cristianos son muy raros, aunque todo hay que decirlo: algunos de estos hombres saben apreciar muy bien la buena cerveza, el dulce hidromiel y el buen comer… y junto a algunos de ellos, con nuestras risas y cantares asaltamos tabernas y pueblo en busca de celebración!!!! Y, si bien todos nuestros hombres regresaron sanos y salvos de la gran batalla contra los “madjus”, algún que otro pereció bajo el consumo e ingesta de la tan querida cebada fermentada!!! Tanto que no volvió en sí hasta la batalla del atardecer del sábado algo que más adelante expondré… eh Marthin!?
... y el pueblo fue nuestro!!!!

Los hombres del norte sabemos pasarlo bien en fiestas y celebraciones: brindis, balbuceos, ebrias plegarias a los dioses y armas punzantes clavadas en la mesa. Un punto débil poseemos, no tenemos mesura con el alcohol, incluso algunos durmientes tuvieron que llamarnos la atención a la vuelta al campamento… y es que había huestes que roncaban hacía ya largas horas y nosotros aún replicábamos a voces a los dioses!!.ja ja ja!!! (Ya entonces pedimos disculpas y de nuevo ahora las pedimos!)

... el "ebrio" XD

La mañana del sábado amaneció con resaca, aunque con buen día y poco viento. Podía observarse claramente el ardor de la noche anterior en las caras de cuantos nos cruzábamos por el camino cuando nos dirigíamos a asearnos. Aún olíamos a taberna y cerveza rancia. Y no penséis que es extraño el aseo en nuestras gentes, es en sábado cuando realizamos nuestro baño semanal. Y había que acicalarse bien  puesto que el grueso del ejército debía desfilar por las calles de la población y al finalizar dicho acto, los hombres del norte debíamos reunirnos en un “Thing” o Asamblea extraordinaria para el nombramiento del “Jarl” o Caudillo de los territorios del Noreste. 

 

La población se vistió de gala para tal ocasión: músicos, fiestas y mercados… todo celebración! Todos ellos reunidos en torno a la Iglesia que esperaba a capitanes y lugartenientes para la recogida y bendición de sus señorías junto a pendones, banderas y estandartes. Uno a uno fueron así desfilando:
Arqueros del Rey, Arcoflis, Arcomedievo, Almogávares de Cardona, Los leales d’Aguiló, las Huestes de Medina Yarca, Gala Placidia, la Mesnada Mercenaria, la Orden de la Espada, Militis Dei, Tempos Umbra, los Calatravos de Alcañíz, los cancerberos de Aragón, la Compañía del Norte, la Compañía de Almogávares, el Clan del Lobo, A.C.H.A, los Arqueros de Roda, la Orden de la Cruz, Ad Domine Latere y los Templarios del Condado de Barcelona….
Y sí, cierto, aquí faltamos todos los norteños: tanto el Clan Hávamál como nuestros dos mercenarios y el Skoll Kindred. Sí se nos llamó, y nuestro Caudillo se acercó al hombre del “dios” para rendir homenaje… pero el muy atrevido intentó bendecirlo, que osadía!!! Un gesto desarraigado de Angus hacia el hombre “santo” causó griterío en las huestes cristianas. Nuestro jefe se plantó ante todos ellos invitando a duelo a cualquier alma romana que se atreviese. Nadie salió a su encuentro… ¬¬


Pero no hay que tomarlo en cuenta…solamente tienen un dios que hace postrar hasta a los reyes, ¿que se puede esperar de las demás “ovejas”? muahahahaha!!!!


Tras todo ello, y con el festeo de las gentes del lugar, que seguían de cerca las celebraciones, los pendones hondearon en procesión hacía el castillo. Y es que allí, tras refrescarse y ocultarse del tórrido calor de estas tierras, nos esperaban nuestros sacerdotes en asamblea. Los del Norte aparecieron uno a uno y se formó el círculo sagrado entorno al altar que presidiría el nombramiento de nuestro Jarl.

 

Su nombramiento dio paso al ceremonial brindis de hidromiel y al banquete!!! Pollos, verduras y hortalizas, fruta y jamón curado, quesos y cerveza. Ohh que gran manjar!!! En nuestra mesa Jhonein y sus féminas huestes y cerca, HrodgarOdinnson y Alewar Thorbjorg. Una gran celebración sin lugar a dudas!!!


Pero la fiesta y la partida a nuestros hogares se vio truncada por una fatal noticia: la reliquia del carpintero fue robada de su recinto sagrado y el sacerdote, como no, asesinado. El Señor Marques de Ciutadilla pide entonces que las tropas no abandonen el lugar hasta esclarecer tales acontecimientos. Cualquiera pudo robar el objeto y, si no fuera porque fue robado durante el desfile de las tropas, sabemos que muchos ojos mirarían directamente a nuestros hombres por su afán por el dinero, joyas y demás enseres de valor.

Pronto se supo del ladrón. Y es que ni entre los mismos romanos se respetan. Tres caballeros Templarios huyeron a caballo en dirección a Tarragona con la intención de llevar la reliquia a Roma.
Y la cosa hubiera sido fácil si no fuera porque, mediante asedio al castillo, la orden Calatrava y Templaria impedían a Guispert de Guimerà  y otros nobles salir en persecución de los fugitivos. Inevitablemente los ejércitos se partieron en dos aquel día y una batalla estaba en ciernes. Colocados y pertrechados los ejércitos se intentaron las pertinentes negociaciones… nosotros ya hubiéramos prescindido de ellas, ¿que es tanta espera? ¿Para que tanto parloteo?…. Gloria o Valhalla!!!
Si bien ambos bandos eran cristianos, nosotros nos decantamos claramente por aquel que pagaba a nuestros hombres. Y es que nos da igual que haya una Santa Lanza….nosotros queremos nuestra paga o, en su defecto, morir en justo combate!!!


Ahora capitaneando las tropas del norte se encontraba nuestro recién nombrado Jarl Angus Faerigolasson haciendo caso omiso de los capitanes cristianos y dando ordenes por doquier, Ruperth del Clan Hávamál y Chláomh Na Fénnid del Skoll Kindred hondeaban nuestros estandartes: el cuervo y el casco con facial, ambos símbolos del Clan, los mercenarios Hrodgar Odinnson y Alewar Thorbjorg se unieron de nuevo a nuestras filas, Jhonein Shicoyson el líder de Skoll Kindred, el blindado Frank Barlöngasson y finalmente Marthin Faerigölasson apodado ya por todos como “el ebrio”!. Por supuesto no hay que olvidar a las mujeres que esperaban en las tiendas con agua, bendajes y apósitos para los heridos: Marth Parisdöttir nuestra Húsfreya,  las primas de sangre Mäja Matheödottir y Nürvija Matheödottir junto con las jóvenes Ariadn’ha y Shenya.

Y la batalla comenzó con nuestra famosa formación cerrada de “muro de escudos” solamente débil mediante la apertura dedicada a las compañías de arqueros y almogávares que disparaban sus proyectiles hacia las férreas defensas enemigas.





Tras la lluvia de saetas llegó el ataque cuerpo a cuerpo, varias envestidas… una incluso con redes y arietes. Cargas de escudo, entrechocar de acero, golpes en yelmos y sangre por doquier!!!! Oh Tyr, si esto no era el paraíso poco le faltaba…creo que, incluso en el fragor del combate, pude atisbar algunas risas de nuestros hombres… sin lugar a dudas Odin, Thor y demás dioses de nuestro panteón se deleitaban con tan gozosa reyerta!!!







Nuestra fue la victoria y recuperada fue la reliquia. El Jarl, que había comido más acero y arena que nadie,  y alguna que otra baja, fueron llevados a sus tiendas para recibir los mejores cuidados y mimos de las bellas mujeres del Clan. 




Con una nueva y definitiva victoria, más el refrescante y ventoso anochecer de estas tierras, tan sólo restaba desfilar bajo la lumbre de las castigadas antorchas hacia el cálido abrazo de la cerveza y de nuestros compañeros ubicados en la bulliciosa taberna del castillo.


... los báculos de Gandalf estaban permitidos en la recreación!?

Alcohol, risas, potaje de garbanzos y grata compañía (auque ésta sea cristiana ¬¬), que más se puede esperar de la festiva velada de Ciutadilla!!!!





Un nuevo amanecer de ebriedad iluminó las caras en el campamento varego Hávamál, pero las malas caras no se debían al mal sabor de boca, ni a la ceguera acusada del sol de la mañana…sino a las despedidas, puesto que compañeros en armas venidos de muchos recodos de la geografía hispánica partían de nuevo hacia sus hogares. Ohhh grandioso Thor, o tu Odin el tuerto, guía y defiende a estos seguidores del carpintero durante sus largas jornadas de travesía, pues muy bien sabemos los varegos cuánto se padece al atravesar bastos territorios.

Con nosotros nos llevamos, a parte de la bien merecida paga, el viento y el fresco, las risas y los abrazos, la resaca y sabor del hidromiel casero, el pollo y el potaje, los viejos y cálidos amigos y, finalmente, los nuevos y sorprendentes compañeros del acero!!!

Hail Odin!!!!....... Hail al las gentes de Ciutadilla!!!..... Hail a su organización!!!!!


PD: No quiero ni puedo dejar estas palabras sin antes AGRADECER  de todo corazón el trato mostrado hacia las gentes del Clan. Todos y cada uno de vosotros habéis hecho posible que, un año más, en Ciutadilla se junte la generosidad, la amistad, el compañerismo, las risas y el acero!!! Gracias a las gentes del lugar y, sobretodo, gracias a la organización de Ciutadilla!!! Sin lugar a dudas el año que viene los vikingos del norte acudirán a este maravilloso evento! Gracias!!!!!